¿Pero cuándo se recuperará? Los expertos coinciden en que la remontada no se dará de manera inmediata, sino que será gradual, porque hay muchos factores externos que no suman favorablemente.
Por ejemplo, uno simple y trivial: mucha gente ha tenido su carro guardado durante meses y se ha percatado de que no era esencial, pues ahora trabaja más en casa, y también que la maquinaria se ha gastado menos.
En el aspecto económico, no es ocultable que las finanzas de las familias ya no son las mismas y estos sustos que muchas personas han pasado con despedidos, sueldos recortados, empresas cerradas, negocios agonizantes, clientelas sofocadas, proveedores colapsados y una dinámica muy lenta, que no va al ritmo de la ocupación de las calles, hacen que la definición de muchas compras de vehículos esté dominada más por la necesidad y la racionalidad que por el antojo.
Asimismo, aunque el sector financiero vive de prestar plata y el automóvil es un medio muy dinámico para colocarla, las condiciones no son tan liberales ni facilistas, por lo cual las financiaciones ya no se reparten a granel. Más bien, se cuida mucho la capacidad del solicitante porque, en muchísimos casos, el que era un sujeto de crédito ideal hoy puede estar en un nivel de riesgo. O la misma persona se considera en riesgo para asumir compromisos.
Lo cierto es que no se cree que en el 2021 se llegue a las 275.000 unidades o más que estaban en la mira. Cuántas menos serán, es especulativo e impreciso. Pero es también verdad que el sector del automóvil está acostumbrado, como el que más, a estas variaciones y ciclos de las economías y sus ventas, por eso tiene mecanismos de ajustes que le permiten vivir con decoro y utilidades en las proporciones nuevas.
Esto se traduce en que la dinámica de los productos no se ha detenido y abundan y sobrarán los lanzamientos, y más ahora cuando los factores de novedad, tecnología y sorpresa son más incidentes y necesarios para recuperar o crear clientes. El automóvil es una industria de lenta reacción, por lo cual siempre hay un “tubo” que la alimenta, y es la producción masiva que se compra con meses de anticipación y se proyecta con años de previsiones y estudios, que no se pueden parar de un momento para otro.
Así las cosas, todas las marcas habrán reflexionado sobre cómo lograr funcionamientos más eficientes y rentables con los cuales el servicio de postventa y soporte va a ser más preciso y efectivo, los canales de información digitales más valiosos y el cuidado de los clientes mucho más esmerado.
Por lo tanto, es el momento, como comprador, de dejarse consentir.
FRASE
Estos meses de reclutamiento llevaron a todas las marcas a reinventar sus herramientas de ventas. Lanzamientos virtuales, estrategias digitales, mejores servicios puerta a puerta para demostraciones y reparaciones han sido clave para superar este bache que inevitablemente se lee en las cifras de ventas de vehículos, cuya recuperación es evidente, pero no alcanzará a equilibrar las cuentas en un plazo corto.